4 jul 2008

Temblando

Uno puede temblar por muchas cosas, de emoción, de miedo o de frío... y la verdad ayer yo temblé por todo eso y más.
A veces las palabras pueden ser duras, pueden paracer crueles e incluso se podría pensar que pueden lastimar demasiado. Pero eso no es una excusa para no decirlas, el no expresarlas por miedo a hacerle daño a alguien es una manera de escudarte ante ti mismo, de no afrontar esas ideas y razones ante los demás. Es no dar la cara ante la realidad, y lo triste es pensar que no es por los demás como uno muchas veces aclama; sino por uno mismo, por no quedar mal ante los demás, por no parecer el cruel u ojete.
He dicho muchas cosas, sé que algunas pudieron haber sido gachas, pero si las dije es porque en realidad lo sentía. Y si tuve el valor de decírtelo es porque en realidad te aprecio y creo que debes saber eso por mí y no esperar a nadie más.
Estoy en un momento de redescubrirme, de conocerme sin esas ideas locas sobre mí misma.

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